LA ARQUITECTURA DE LA UNIVERSIDAD
Cuando se cumplen cincuenta años de los movimientos estudiantiles de mayo del 68, numerosas publicaciones conmemoran la efeméride desde las más distintas perspectivas. En este contexto de revisión, cabría preguntarse por qué habríamos de mirar de nuevo, ahora desde el campo de la arquitectura, a la universidad de los años sesenta y setenta, qué claves encierra esta arquitectura ya madura que pudieran todavía ser de actualidad.
Aquellas revueltas estudiantiles coincidieron con un clima de renovación de las estructuras universitarias en los países occidentales —y en algunos en vías de desarrollo— que desencadenó una nueva línea de producción de arquitectura, inédita hasta el momento por lo que respecta a la complejidad funcional, dimensión urbana y territorial, y repercusión social. Hasta tal punto fue así que algunos historiadores como Joseph Rykwert señalaron a la universidad como el programa más representativo de la época; mientras otros, como Reyner Banham, clasificaron al conjunto de las universidades de posguerra en la categoría de megaestructuras.
A diferencia de la tradicional institución de élite, la educación superior surgida al amparo de importantes políticas de democratización trataría entonces de sentar las bases para una universidad de masas. Y si hoy en día la universidad europea se encuentra en un proceso de transformación de similar profundidad e intensidad, su destino amenaza con ser bien distinto, particularmente en los aspectos social y económico. Qué arquitectura le corresponda es una cuestión aún por dilucidar.
“La arquitectura de la universidad / The architecture of universities,” with Roberta Falqui. Paper presented at the II Congreso Iberoamericano redfundamentos, Madrid, Spain, December 17-18, 2018.